Si tu médico sospecha que tu bebé podría sufrir alergia a la proteína de la leche de vaca, te recomendará que sigas algunos pasos. El seguimiento de sus recomendaciones y la culminación del proceso de diagnóstico te ayudarán a llegar al fondo del problema de tu bebé y te guiará sobre el mejor tratamiento para mejorar la situación.

Pruebas de alergia

Los médicos o especialistas pueden realizar diversas pruebas para apoyar el diagnostico de alergia a la proteína de la leche de vaca. Lo primero que suelen hacer la mayoría de los médicos es solicitar la dieta de eliminación, esto consiste en eliminar la leche y sus derivados de tu dieta si es que lo estas alimentando con leche materna y si tu bebe estaba tomando una formula infantil te pedirán que se la cambies por una formula hipoalergénica. La dieta de eliminación será por 2 a 4 semanas, después de este tiempo puede que te solicite una prueba de provocación, esto quiere decir que probablemente te pedirán que consumas algo de leche de vaca y/o le des unas probaditas de la formula infantil que estaba tomando para verificar que los signos y síntomas vuelvan a aparecer1. Sin embargo esta prueba puede ser peligrosa por lo que comúnmente la hacen en el hospital. Si se sospecha la presencia de una alergia mediada por IgE (en la que los síntomas se presentan inmediatamente después de tomar leche de vaca), puede que no le hagan la prueba de provocación y mejor se apoye en pruebas de punción cutánea o un análisis de sangre1. Lee más información sobre los distintos tipos de alergia a la proteína de la leche de vaca que te ayudará a entender la diferencia entre la alergia mediada por IgE y la alergia no mediada por IgE.

Una vez que se aclare si el paciente tiene o no alergia a la proteína de la leche de vaca, se le indicará a los padres los cambios que deben realizarse. Más información sobre los cambios en la dieta que el médico puede recomendar para ayudar a tratar la alergia a la proteína de la leche de vaca.

 

Bibliografía
1. Venter C et al. Clin Trans Allergy 2017;7:26.
2. Koletzko S, et al. JPGN 2012;55: 221–229.
 
 
 
 
 

La leche materna es el mejor alimento para los lactantes y debe ser la opción preferida siempre que sea posible. La lactancia materna contribuye con la salud y con una nutrición que estimula el crecimiento y desarrollo saludable del niño. A una madre puede resultarle muy difícil revertir su decisión de alimentar a su hijo con preparaciones para lactantes. La alimentación parcial con preparaciones puede dificultar el comienzo de la lactancia materna. La lactancia materna impone exigencias dietarías adicionales a las madres que están dirigidas a asegurar una calidad y cantidad adecuadas de leche para sus bebés. Las preparaciones para lactantes, cuando son utilizadas debidamente, proporcionan una alternativa saludable y nutritiva para la leche materna. La preparación incorrecta y el almacenamiento deficiente de las preparaciones pueden ocasionar peligros para la salud y causarle al niño desnutrición o enfermedades; por consiguiente, lea y siga cuidadosamente las instrucciones de preparación y almacenamiento. Al decidir cómo alimentar a su bebé, siempre siga el consejo profesional y tome en cuenta el costo de las preparaciones.