Cuando hay alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV), el sistema inmune identifica la proteína de la leche de vaca como dañina para el organismo y desencadena una reacción alérgica. Esto provoca una serie de síntomas que pueden variar de un bebé a otro en cuanto al tipo, la gravedad y el momento de presentación1.
Los síntomas que se presentan cuando existe APLV y la intensidad de las reacciones son muy variados. Pueden consistir en cólicos, reacciones cutáneas (como erupción cutánea con enrojecimiento o picazón, inflamación o eccema de los labios, la cara y alrededor de los ojos), problemas digestivos (como vómitos, dolor abdominal o diarrea) y síntomas parecidos a la rinitis (como estornudos o picazón de nariz, moqueo o congestión nasal), entre otros. Las reacciones pueden ir de leves a intensas.
Estos síntomas pueden aparecer inmediatamente después del consumo de un producto lácteo, en cuestión de minutos o incluso entre varias horas y varios días después. Los bebés con APLV pueden experimentar una mezcla de síntomas tanto inmediatos como posteriores2. Los síntomas podrían hacer que el bebé se despierte durante la noche, llore, se sienta incómodo mientras come y gane poco peso.
Más información sobre los diferentes tipos de alergia a la proteína de la leche de vaca
Algunos Síntomas inmediatos
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Algunos Síntomas Tardíos
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Ten en cuenta que esta no es una lista exhaustiva de los síntomas de la APLV. Algunos de estos síntomas se pueden producir también por motivos diferentes a la APLV, por lo que es importante que comentes todos estos síntomas con tu médico.
La leche materna es el mejor alimento para los lactantes y debe ser la opción preferida siempre que sea posible. La lactancia materna contribuye con la salud y con una nutrición que estimula el crecimiento y desarrollo saludable del niño. A una madre puede resultarle muy difícil revertir su decisión de alimentar a su hijo con preparaciones para lactantes. La alimentación parcial con preparaciones puede dificultar el comienzo de la lactancia materna. La lactancia materna impone exigencias dietarías adicionales a las madres que están dirigidas a asegurar una calidad y cantidad adecuadas de leche para sus bebés. Las preparaciones para lactantes, cuando son utilizadas debidamente, proporcionan una alternativa saludable y nutritiva para la leche materna. La preparación incorrecta y el almacenamiento deficiente de las preparaciones pueden ocasionar peligros para la salud y causarle al niño desnutrición o enfermedades; por consiguiente, lea y siga cuidadosamente las instrucciones de preparación y almacenamiento. Al decidir cómo alimentar a su bebé, siempre siga el consejo profesional y tome en cuenta el costo de las preparaciones.